Una noche, mientras estaban
cenando todos juntos, Tatiana le dice a su familia que tenía algo muy
importante que decirles, pero los nervios no le dejaban hablar. Su padre soltó
la cuchara con la que comía y su cara reflejaba la inquietud que sufría en ese
momento. El resto se quedó mirando muy atentamente, esperando que Tatiana
dijera eso tan importante que tenía que decir. Después de dar varias vueltas a
la conversación, Tatiana dijo:
- Llevo dos meses saliendo con alguien y quiero que lo conozcáis-.
- Llevo dos meses saliendo con alguien y quiero que lo conozcáis-.
Miguel no podía creer lo que estaba
oyendo, pero era evidente, su hija ya no era una niña. Sus hermanos se
sintieron un poco traicionados, ya que ellos tres habían compartido siempre sus
secretos y, en este caso, ya Tatiana llevaba saliendo con este chico desde
hacía dos meses, y no les había comentado nada. Manuel le comentó en voz baja a
su hermano:
- Habrá que conocer a ese muchacho para ver si pasa nuestro examen o, por el contrario, tendremos que espantarlo-.
- Habrá que conocer a ese muchacho para ver si pasa nuestro examen o, por el contrario, tendremos que espantarlo-.
Y sonrió. Tatiana lo escuchó y le contestó que era un muchacho muy bueno, que de hecho, había sido él quien había pedido conocer a su familia y, si fuera otro, la familia le daría igual, ya que a él quien verdaderamente le interesa es ella. Su madre, también asombrada con la inesperada noticia, le contestó:
- Está bien, me gustaría conocerlo, si quieres le dices que venga mañana a cenar y así podremos charlar un rato-.
A su padre le pareció perfecto.
A la mañana siguiente,
Miguel y Ana estaban algo nerviosos y
preocupados, ya que es lógico que unos padres siempre piensen si esa persona
será o no la adecuada para su hija, tema delicado, ya que quien compartiría su
vida con él sería su hija y debía elegir bien. Ana siempre le decía a sus
hijos: “con la cuchara que cojas, con esa comerás”.
Llegó la hora de la cena y
Tatiana estaba preocupada, pues José siempre solía ser muy puntual y no había
llegado aún. Era siempre él quien tenía que aguantar los retrasos de Tatiana, y
le decía que la puntualidad era muy importante. Sus hermanos comenzaron a
reírse de ella diciéndole:
- Este cogió miedo, se lo pensó mejor y decidió no venir-.
- Este cogió miedo, se lo pensó mejor y decidió no venir-.
Cosa que enfurecía aún más a Tatiana.
Después de una hora de espera,
sus padres decidieron comenzar a cenar. No querían decir nada, pero se les notaba
muy molesto. Su padre sólo le dijo que esta actitud daba mucho que pensar sobre
esta persona, cosa que discutió su madre diciéndole que no se podía juzgar a
las personas sin conocer el motivo que le había llevado a no acudir a la cena. Tatiana
estaba bastante enfadada, a la vez que preocupada, ya que llamaba por teléfono
a José y no contestaba nadie. ¡Qué extraño!, se decía. Era muy raro que a esa
hora de la noche no estuviesen ni sus padres ni su hermana.
Esa noche Tatiana no pudo dormir,
no entendía por qué ni siquiera una llamada telefónica, no entendía qué estaba
pasando, sólo quería que amaneciera para poder averiguar qué había pasado.
ufff esto me huele a q le a pasado algo a José, teng ganas de eller mas xDD
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